¡Oh Dama que resurge en mi mirada!
Atiende el latir que resuena,
sobre la cubierta plateada,
donde montañas de hielo golpean el casco,
del mi viejo velero surcando los cielos.
Navego ahora por mares helados
donde la escarcha invade ahora mi alma,
pero el latir furioso doblega,
las agujas cortantes del gélido frio,
que atenaza mi cuerpo inmutable.
Promete al viento,
que tus palabras las envías engarzadas
en la cólera de tu corazón cabalgando,
entre las olas y el viento.
Dile también que me traiga el recuerdo
de tu aroma en silencio y despacio,
que quiero embriagar mi alma.
Aquí,entre los marinos ilustres,
que me acompañan en arduo viaje,
he aquí un escultor de sueños que moldea para ti,
livianas palabras dominando su semblante.
Y la tripulación de valientes artesanos
entre las velas te rinde homenaje,
las salvas se las lleva la brisa,
hacia el mascaron de proa,que da vida a mi alma
pues delicada es su imagen,
y a ella acudo al alba para rendirle homenaje
siendo el estandarte del buque insignia que lleva tu nombre
Aldebarán, a Narazwa
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