La entretela hostigada
Soy el pilar secreto
en la ondulante bahía,
al rescate del alma
en la entretela que no
descansa.
Destilo rumores que
enmudecen al llanto
sobre lecho aterciopelado
cubierto de rosas,
vagando entre mis manos tu
piel sedosa.
Rijo la pasión furtiva
cuando la nebula envuelve
la marea ,
donde mis dedos afinan
los hechizos que silban en
el silencio,
de los mares inundados,de la bóveda del
alma.
Oasis en los reinos de tu
piel desnuda
que besan mis labios sin
descanso,
en una liturgia de
corazones cabalgando
en yermas praderas que
florencen.
Murió la tregua entre la
hoguera y el incendio
en la longeva noche,de
estallidos del alma,
en el murmullo de mis
dedos sobre la llama.
Desfile de besos
recorriendo tu ajuar en llamas
y delirios sumergidos que
emergen de tus labios,
tormenta que no cesa de
latidos desbocados
bajo la luna
despierta,girando su mirada,
hacia el manantial bajo el
que me amas.
Aldebarán,a Narazwa
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