Alma desnuda
Longevos los besos
envolviéndote en el
meridiano,
en un telar de la memoria
que llama
bajo la lluvia densa de
dagas ardiendo,
convocadas por el deseo
suspirado.
Cristales que sonríen en
la noche
delirio de las almas
trajeadas,
con la anarquía de mi
boca
lloviznando sobre tu
pecho.
Medran mis manos el ajuar
prohibido
que mece la brisa de mi
aliento,
viajando al declive de mi
alma
cuando tu cuerpo me
envuelve,
en la tormenta silenciosa
de llamadas silbando.
Oigo tus labios llamándome
al borde abisal de tu
alma,
donde puedo ver la leyenda
desnuda
y las cicatrices grabadas
a fuego,
sobre un mar de sentires
afanados.
Cadenas me atan ante
desfile de sonatas
que son tus suspiros
curtiendo mi piel,
en una sístole de
aullidos que sostengo
en la inquieta ánima
morado sobre la vuestra.
¡Quiero partir a los
valles de corales!
Y vibrar sobre las alas
del cisne,
¡Quiero volver a besaros
al calor de la vela!
Y extender mi alma para
envolver a la vuestra.
¡Quiero ser inmortal en
la casa de cera!
Aldebarán ,a Araceli Aguilera Graña


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