Duelo de zafiros y
cornalinas
Pupilas en la senda
diezmando
el azar de la luna
desprendiendo,
sobre el papiro acogido en
leyendas
que suspira cada estrella
en la noche.
Vergel de guardianes
secretos
del latir de tu pecho,
en la ilíada de susurros
al viento
festín enamorado de las
guedejas,
mecidas por la brisa
purpura
ante el espejo que danzan
las libélulas.
Mar adentro las coralinas
brillan
formando requiebros
dormidos,
ante el fugaz manantial de
malvas
bañando tu vestido
blanco,
en la orilla de un piélago
de luces.
¡Profundos los suspiros
de los zafiros!
Adamar de adamares entre
espejos,
en la cálida llamada de
la entretela
que ruge y galopa entre
las gemas,
devenir del fuego en el
crisol que se abre.
Suena el delirio vibrante
en el silencio
de esposas que estallan en
el alma,
del adagio en la cuna del
lazo
que ata los sentires
afines,
de dos diamantes en la
distancia.
Aldebarán
