En múltiples ocasiones hemos hablado del poder del simbolismo sobre la psique humana, y soy consciente de que tendemos a pensar qué, por mucho que lo sepamos o nos lo expliquen, nos suena a muchos a conocimiento enrevesado con palabras abstractas, y que se arraiga y manipula nuestra mente de forma que solo nos es medianamente comprensible. En muchos casos, nos quedamos con que suena a algo que es interesante saber, pero (por lo leído en los comentarios de otros artículos) decimos algo tipo: “entiendo que me están manipulando a través de los símbolos, subliminales y demás, pero no creo que puedo hacer nada al respecto, ya que trabajan con un nivel de mi psique al cual yo no tengo acceso”. Vamos a ver hoy que esto no es del todo correcto, y que podemos desprogramar en nosotros mismos aquello que los símbolos y mensajes subliminales están intentando instalar, y que podemos eliminar la programación imbuida por estos para que no pueda activarse.
Si queremos que el simbolismo del suelo cuadriculado, el huevo,
o la señal de stop que todos obedecemos cuando vamos conduciendo (que
es un símbolo en 2D de un hípercubo en 4D que imbuye la orden “obedece”)
no imbuyan ni afecten nunca más a nuestro subconsciente, debemos dar
ciertas órdenes al mismo para que así sea. Para ello, necesitamos
comprender cómo estas órdenes llegan a la mente, y contraprogramarla
para que dejen de hacerlo, o se borren diariamente.
Entender como se reciben para poder eliminarlos
El primer paso es comprender cómo se recoge la información desde nuestros sentidos,
pasando a la mente pre-consciente, de ahí analizada, y lo que es
necesario tener presente, reenviado a la esfera mental consciente para
ser operado y racionalizado y, el resto, reenviado a la esfera mental
subconsciente para ser almacenado, archivado y usado por otras partes de
nosotros o como repositorio de información para otros procesos que no
son los básicos de la gestión mental del día a día. La conferencia del año pasado sobre la psique del ser humano entró a fondo en estos temas.
Los conceptos y arquetipos imbuidos por subliminales o
símbolos, al ser una información que no es entendible por la mente
consciente, pasa siempre directamente de la esfera preconsciente a la
subconsciente, donde se ponen a hacer su trabajo sabiendo que el centro
intelectual (aquí tienes un repaso de los centros de control)
no las va a pasar por su filtro ni analizar para desmenuzar y tratar de
ver si tiene sentido lo que está recibiendo y si necesita bloquearlo,
ejecutarlo o borrarlo, ya que no entiende lo que se ha introducido, al
no estar en su lenguaje, y, por lo tanto, da directamente el visto bueno
para que el subconsciente se encargue de ello, pues esta parte de
nuestra psique trabaja con el mismo idioma pictórico que todos los
símbolos que vemos en nuestra realidad.
Eliminando lo que no sirve
El proceso de borrado entonces tiene que hacerse a
nivel subconsciente. ¿Cómo? Dando órdenes para ello especialmente cuando
vamos a dormir. Cuando estamos en el proceso de irnos a descansar y
entrar en el sueño reparador que nuestro cuerpo necesita cada noche, varios centros de control del cerebro toman el mando
y ejecutan sus funciones para que podamos preparar nuestro vehículo
físico para otro día de trabajo. El centro instintivo es el que lleva
nuestro cerebro poco a poco a entrar en estados más profundos, de beta a
alfa, theta y luego delta, de hacernos entrar en la fase REM y de
hacernos descansar fisiológicamente y recargar las baterías del cuerpo.
Luego, el centro motor es el que se encarga de poner en marcha procesos
de limpieza psíquica en las esferas mentales para desechar parte de lo
acumulado durante el día, u organizar el resto de datos recibidos en el
cuerpo mental, nuestra memoria y nuestros bancos de datos.
Para que los procesos ejecutados automáticamente en
la psique por el centro motor del cerebro puedan eliminar la
programación subliminal acumulada a lo largo del día, hemos de incluir
esta orden dentro de esos procesos rutinarios que se ejecutan sin
nuestra intervención consciente. La petición se la tenemos que dar a
esas otras partes de nosotros mismos, funcionando en otros niveles de
consciencia y vibración, que llamamos nuestro Yo Superior, nuestro Ser, o
cómo lo designéis cada uno o sintáis, para que borren, en los procesos
de filtrado nocturnos de limpieza de la mente subconsciente, aquellas
órdenes, patrones y programas que hayan entrado de forma subliminal sin
ser “autorizadas” por el centro intelectual y por la mente consciente, y
que estén destinadas a modificar nuestro comportamiento, patrones,
actitudes, procesos mentales, carácter, etc. La orden se da hacia
nosotros mismos, pero para que sea ejecutada desde otros estratos de la
composición multidimensional que poseemos, pues la mente lógica y
racional no será capaz de saber que tiene que filtrar y que no, que
tiene que almacenar y que puede descartar, pero esos otros niveles de
nosotros si, pues recordad que somos mucho más que este simple cuerpo
físico y su personalidad, y estamos formados por una estructura
multidimensional donde partes de la misma se encuentran en niveles
frecuenciales, de vibración, de conocimiento, de sabiduría, etc., mucho
más elevados que lo que la personalidad egóica y artificial que poseemos
normalmente llega a abarcar.
Dar este tipo de orden antes de irnos a dormir,
incluirá en el filtrado y eliminación aquello que hayamos recibido
durante el día, y que pueda ser descartado por estar destinado a nuestra
manipulación. ¿Cómo lo sabremos? No lo sabremos. Si ahora mismo no
sabes que tienes en tu subconsciente, no tendrás forma de saber que se
ha borrado del mismo. Así que posiblemente no vayas a notar nada
especialmente diferente, excepto el hecho de que verás que no activas
ciertos comportamientos automáticos que antes si hacías (si eres dado a auto observarte y auto analizar lo que piensas, haces o dices lo percibirás, sino, es cuestión de entrenamiento) a medida que vas borrando programación y patrones grabados en ti.
Subconsciente en modo mantenimiento y filtrado constante
Esto servirá para lo que vaya entrando en vuestro día
a día por los medios de comunicación, la publicidad, los anuncios que
veáis en la calle, los símbolos que están repartidos por la arquitectura de vuestra ciudad, los mensajes que captáis sin daros cuenta de múltiples medios energéticos y psíquicos, los egregores bajo los que vivimos,
etc. Para lo que ya está imbuido y bien grabado, es necesario usar
alguna otra técnica de desprogramación, como puede ser la escritura
automática, primero para “vomitar” hacia la mente consciente lo que hay
en la subconsciente, la meditación “hacia el interior de uno mismo” para
percibir en imágenes o símbolos la misma información, o cualquier otra
herramienta que conozcáis que os permita echar “luz” en el almacén de
vuestra psique. Una vez hecho, se puede dar la orden de eliminación y
desprogramación a vuestro ser superior, o a través del trabajo con vuestra esencia o mónada.
Pero, al menos, con el simple hecho de meter ya en los procesos de
limpieza nocturna la orden de no grabación ni almacenaje de todo lo
dicho, aunque de momento no estemos sacando nada de lo que ya llevemos a
cuestas, dejaremos de acumular más, y tarde o temprano podremos empezar
a notar como no reaccionamos ante estímulos y cosas que nos hacían
reaccionar de cierta forma, o como no ejecutamos ni seguimos
automáticamente modas impuestas, costumbres artificiales, patrones de
comportamiento destinados a las masas, etc., que se nos traten de
imponer de una u otra manera.
Con cosas tan sencillas, vamos ganando la batalla por
recuperar nuestro propio poder sobre nosotros mismos, por recuperar el
autocontrol de las partes que nos componen, por empoderar el potencial
que llevamos dentro, y por ir expulsando y bloqueando, de forma cada vez
más tangible y eficaz, todo aquello que nos trata de controlar y
someter. Al fin y al cabo, nada externo puede contra alguien que tiene
en su mano el potencial que yace en su interior, y que solo está
esperando que le pidan que actúe para empezar a hacerlo.
un abrazoDavid Topí


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