Una canción de mi ser
Soy
un pensamiento,
una
idea manifestada en forma de luz
en
la orilla del entendimiento
cruzando
a través del arco,
gestando
la enseñanza
del
principio único y eterno.
Guadaña
de luz en el enjambre
y
la voz en el mar del caduceo,
donde
brota la esencia cristalina
que
unge en la pleitesía del hombre,
la
monarquía divina de la verdad
que
mora en la flor monarca de ser.
Pétalo
mecido por el etéreo refugio dorado
que
evoca la sonrisa del véspero.
¡Manjar
para la ventana hacia el alma!
Donde
ya no postergan los silencios
descendiendo
las alas del reencuentro,
con
amaneceres en las miradas y el llanto.
Reo
de la flor de la vida
en
un ático del cielo,
sosteniendo
el cáliz de la eterna llama
devorando
el aroma de un hogar lejano,
con
la lluvia de lazos que el corazón dibuja
en
la rueda que nunca se detiene.
Soy
un delfín de regreso al arco iris
sobre
el manantial de eternos lienzos,
de
gemas y cristales...
De
sendas celestiales y caminos etéreos,
en
la luz del halo perenne
del
hogar del que provengo.
Aldebarán
Aldebarán


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