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lunes, 16 de marzo de 2015

En las esferas de la llama


Las llamas y la flor de la vida


En el centro de lo que es se manifiesta la esencia,
el éter sagrado de la melodía del alma
cuando caen los velos y se extiende la luz del océano cristalino,
en la morada de los espejos gemelos
donde yace los lazos de amor eterno.


Conciencia crística expandida en el umbral del camino
donde el ser somete las leyes mundanas ,
derramando la brisa diamantina
que unge en un corredor de puertas abiertas,
en el que las llamas caminan.


La conciencia en la letanía del sendero
que recorremos con la mirada del alma,
en la búsqueda incesante de la luz interior
convocando la armonía entre la palabra y la vida,
en la rueda que gira y traza los caminos.


Brota el manantial de luz cuando es hallada
la flor de la vida conjugada por las llamas,
en la ceremonia de luz llevada al éxtasis
de la unión de los templos en la conciencia única,
de los pensamientos que fluyen en el puente tendido.


Se extiende los valles de luz y avanzan
en un sin cesar de pensamientos,
que se convierten en uno
en una marea sumisa,
al loto que florece.


Aldebarán,a Niama






domingo, 8 de marzo de 2015

La senda de regreso

Una canción de mi ser

Soy un pensamiento,
una idea manifestada en forma de luz
en la orilla del entendimiento
cruzando a través del arco,
gestando la enseñanza
del principio único y eterno.


Guadaña de luz en el enjambre
y la voz en el mar del caduceo,
donde brota la esencia cristalina
que unge en la pleitesía del hombre,
la monarquía divina de la verdad
que mora en la flor monarca de ser.


Pétalo mecido por el etéreo refugio dorado
que evoca la sonrisa del véspero.
¡Manjar para la ventana hacia el alma!
Donde ya no postergan los silencios
descendiendo las alas del reencuentro,
con amaneceres en las miradas y el llanto.


Reo de la flor de la vida
en un ático del cielo,
sosteniendo el cáliz de la eterna llama
devorando el aroma de un hogar lejano,
con la lluvia de lazos que el corazón dibuja
en la rueda que nunca se detiene.


Soy un delfín de regreso al arco iris
sobre el manantial de eternos lienzos,
de gemas y cristales...
De sendas celestiales y caminos etéreos,
en la luz del halo perenne
del hogar del que provengo.

Aldebarán