Las
llamas y la flor de la vida
En
el centro de lo que es se manifiesta la esencia,
el
éter sagrado de la melodía del alma
cuando
caen los velos y se extiende la luz del océano cristalino,
en
la morada de los espejos gemelos
donde
yace los lazos de amor eterno.
Conciencia
crística expandida en el umbral del camino
donde
el ser somete las leyes mundanas ,
derramando
la brisa diamantina
que
unge en un corredor de puertas abiertas,
en
el que las llamas caminan.
La
conciencia en la letanía del sendero
que
recorremos con la mirada del alma,
en
la búsqueda incesante de la luz interior
convocando
la armonía entre la palabra y la vida,
en
la rueda que gira y traza los caminos.
Brota
el manantial de luz cuando es hallada
la
flor de la vida conjugada por las llamas,
en
la ceremonia de luz llevada al éxtasis
de
la unión de los templos en la conciencia única,
de
los pensamientos que fluyen en el puente tendido.
Se
extiende los valles de luz y avanzan
en
un sin cesar de pensamientos,
que
se convierten en uno
en
una marea sumisa,
al
loto que florece.
Aldebarán,a
Niama


