viernes, 30 de septiembre de 2022
jueves, 29 de septiembre de 2022
miércoles, 28 de septiembre de 2022
martes, 27 de septiembre de 2022
domingo, 25 de septiembre de 2022
sábado, 24 de septiembre de 2022
¡Shaná Tová Umetuká! / ¿Conocés Su Significado?
Shaná Tová
Cada nuevo Rosh Hashaná (año nuevo o literalmente cabeza del año) nos saludamos deseándonos un “¡Shaná Tova!”
“Shaná es año en hebreo y “Tová” bueno, por lo tanto “Shaná Tová”, es la expresión de que el año venidero sea un año próspero.
Al decir Shaná tova estamos deseándonos un feliz año nuevo, como también lo hacen en otros lugares del mundo, en varios en otros idiomas pero con el mismo sentimiento. Conocerás que se dice: “Happy New Year” (en inglés), “Bonne année” (en francés) o Feliz Ano Novo (en portugués).
Sin embargo, los de la cole, agregamos al “feliz año nuevo” un deseo muy especial… en Rosh Hashaná decimos “Shaná Tová Umetuká”, es decir no sólo deseamos un buen año sino que sea dulce.
Además, al igual que seguramente lo hacen en tu mesa familiar o comunitaria, los judíos acostumbramos a comer manzana con miel justamente representando el deseo de que el año entrante esté colmado de dulzura.
Dependiendo de cada bobe y mamá también habrán otras ricas maneras de representarlo, como con el delicioso leikaj de miel o el arrojar caramelos mientras se expresan buenos deseos para los presentes, la comunidad, el país y el mundo al grito de Shaná Tová Humetuká.
¿Qué costumbres tiene tu familia?
Entonces Shaná Tová Umetuká es el deseo de un año en el que nos sucedan cosas saludables, enriquecedoras, dulces (no amargas, difíciles o tristes), rodeado de afecto, salud, bienestar y felicidad.
¡Shaná Tová Umetuká!
viernes, 23 de septiembre de 2022
jueves, 22 de septiembre de 2022
Ojo de Horus
Te explicamos qué es el ojo de Horus en la mitología del Antiguo Egipto, su función y cómo fue su origen. Además, te contamos quién era Horus.

Luego de perder su ojo en un combate, el dios Horus recibió un ojo mágico llamado Udyat.
¿Qué es el ojo de Horus?
El ojo de Horus (también llamado Udyat, “el que está completo”) es un símbolo proveniente de la mitología del Antiguo Egipto, al cual se le atribuían antiguamente connotaciones vinculadas a la salud, la protección y la reparación o restauración. En tiempos modernos fue redescubierto por distintas corrientes esotéricas y reinterpretado a la luz de diversas pseudociencias y teorías conspirativas.
El origen mitológico de este símbolo se encuentra en la lucha de Horus (dios de la humanidad e hijo de Osiris) contra Seth (el dios del caos y el desierto). En este enfrentamiento, Horus resultó victorioso, pero perdió su ojo izquierdo. Entonces, el dios egipcio de la sabiduría, Thot (en algunas versiones era Hathor), le entregó un ojo mágico llamado Udyat para que pudiera recuperar la vista. Con el poder de este nuevo ojo, Horus pudo dar nuevamente vida al cuerpo de Osiris.
Este relato convirtió al ojo de Horus en un símbolo de restauración, emblema de la medicina y la protección contra el mal. Con ese sentido es mencionado abundantemente en los textos de las pirámides, de los sarcófagos y en el Libro de los Muertos (en el capítulo 112: “El Ojo de Horus es tu protección, Osiris, Señor de los Occidentales, / constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos, / todos tus enemigos son apartados de ti”).
Estudios posteriores del ojo de Horus revelaron que, además de sus connotaciones religiosas, su jeroglífico contenía el total de los símbolos matemáticos con que los Antiguos Egipcios representaban las fracciones. El sistema fraccionario egipcio usaba medidas agrarias de superficie y volumen, a partir de las potencias de ½, y asignaba símbolos y trazos específicos a un medio, un cuarto, un octavo, un dieciseisavo, un treintaidosavo y un sesentaicuatroavo.

La explicación mitológica de esta relación tiene que ver con que Thot, en su búsqueda del ojo de Horus para reponerlo, fue recogiendo los 64 fragmentos del ojo a lo largo de Egipto: una versión del mito del cuerpo de Osiris, quien tras ser asesinado y descuartizado por Set, fue reunificado y momificado por Isis y Neftis para que pudiera gobernar sobre los muertos en el inframundo.
¿Quién era Horus?

Horus se representaba comúnmente como una figura humana con cabeza de halcón.
En la mitología egipcia, Horus (Hor en antiguo egipcio, “el elevado” o “el distante”) era un dios celeste, iniciador de la civilización y representante de la realeza, la guerra y la cacería. Se lo representaba comúnmente como una figura humana con cabeza de halcón, sobre la que reposaba la corona doble del Antiguo Egipto.
Horus era hijo de Isis y Osiris, dos de los principales dioses del panteón egipcio, y los faraones eran sus descendientes y encarnaciones terrenales.
En los relatos antiguos representaba la fertilidad del valle del Nilo y el orden jerárquico del Imperio, elementos amenazados por la aridez del desierto y los pueblos extranjeros (ambos considerados como dominios de Seth).
El ojo de Horus como amuleto

El ojo de Horus se inscribía en las paredes de las tumbas y se grababa en amuletos.
El ojo de Horus jugó un rol importante en el imaginario religioso del Antiguo Egipcio, ya que se le atribuían propiedades mágicas sanadoras, capaces de impedir el mal de ojo y de repeler a los enemigos. Por ese motivo se lo inscribía en las paredes de las tumbas y mausoleos, se lo grababa en amuletos destinados a cuidar de los niños y los enfermos.
Algunas interpretaciones aseguran que se distinguía entre el ojo derecho y el ojo izquierdo de Horus: el primero se asociaba al sol y, por lo tanto, a los dominios del dios celeste Ra (el ojo de Ra), mientras que el segundo se asociaba a la luna y a la noche. Se trataba de un emblema de restauración, de la totalidad alcanzada y del retorno a la plenitud de la existencia.
El ojo egipcio como amuleto
Es muy habitual ver el símbolo del ojo de Ra en tatuajes o joyas, ya que se utilizan contra las malas energías y el mal de ojo.

Para las personas más espirituales, el Ojo de Horus va más allá de ser un símbolo material. Según antiguas y tradicionales civilizaciones, hay una glándula en el cerebro, la glándula pineal o espiritual, que se conoce como tercer Ojo o como Ojo de Horus. Para estas culturas, la glándula pineal es una especie de botón espiritual que te ayuda a conectar con otras dimensiones y con tu propia alma.
miércoles, 21 de septiembre de 2022
martes, 20 de septiembre de 2022
lunes, 19 de septiembre de 2022
sábado, 17 de septiembre de 2022
jueves, 15 de septiembre de 2022
miércoles, 14 de septiembre de 2022
VICTORIA DE LA VERDAD
martes, 13 de septiembre de 2022
Lo que la Muerte Enseña: Las Cinco Invitaciones. Frank Ostaseski Frank Ostaseski es un maestro budista estadounidense y un líder en el campo de la atención al final de la vida. Es el maestro guía y director fundador del Proyecto Zen Hospice en San Francisco. La AARP lo nombró una de sus "50 personas mayores de 50 años más innovadoras" en 2003.
lunes, 12 de septiembre de 2022
domingo, 11 de septiembre de 2022
sábado, 10 de septiembre de 2022
viernes, 9 de septiembre de 2022
jueves, 8 de septiembre de 2022
miércoles, 7 de septiembre de 2022
martes, 6 de septiembre de 2022
lunes, 5 de septiembre de 2022
sábado, 3 de septiembre de 2022
viernes, 2 de septiembre de 2022
jueves, 1 de septiembre de 2022
El Dr. Íñigo Gómez Ojinaga pega un auténtico repaso a los voceros del relato oficial como, entre otros, a Margarita del Val
Margarita del Val es una de esas “expertas” que se han hecho famosas con todo el cuento del virus que llevamos sufriendo desde hace dos años. La viróloga del CSIC se ha convertido en altavoz de “lo que la manden” y no ha tenido problema alguno en cambiar de versión cuantas veces haya sido necesario. Y lo ha hecho sin vergüenza alguna, así, como quien no quiere la cosa.
Parece que a toda esta gente -a del Val, Carballo y compañía- esto del virus le está viniendo de perlas porque lo único que están demostrando es que estaban como locos por hacerse famosos, por salir en la televisión el máximo tiempo posible. Y parece que este asunto les está gustando tanto, que no quieren que se acabe nunca.
De lo que no se dan cuenta es que, si alguna vez los jueces tienen la valentía suficiente de impartir justicia con todo lo que ha pasado, ellos van a ser los primeros en caer. Porque ellos, a pesar de que no se estén enterando, son los que han dado la cara, los que se han convertido en altavoces de los mayores responsables de toda esta criminal farsa. Y son ellos los que van a ser utilizados para calmar a la fieras, no crean que va a ser Pedro Sánchez o la ministro de Sanidad. Entonces será cuando se den cuenta de todo lo que han hecho.
Pero hasta que llegue ese momento, siguen utilizando argumentos falaces en sus intervenciones. Relatos pueriles que ya no se cree ni un niño de dos años, mucho menos si son auténticos profesionales de la salud. Y cuando alguien como el Dr. Íñigo Gómez de Ojinaga rebate todos sus argumentos, como ha hecho en el vídeo que podrán ver a continuación, no tienen salida posible porque les demuestra lo ridículos que son.
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Un bello sol tras la aurora Llevada el susurro de la fuente desde el arca de su majestuosa presencia, abrazada por su hilo di...
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Presentación de mi primera publicación en España Ya a la venta en la pagina mibestseller.es Gracias a la vida, por permitir expresar mi alm...












