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lunes, 9 de febrero de 2015

Edades del alma

Viaje a la laderas del alma


Era de luces en la noche oscura del alma
testimonio de verdades silbando sobre el viento,
en la locura ahorcada del alma
donde yace la opulencia de la fuente,
vigía en el mar de las estelas doradas.


Adamar de decretos en los luceros
sonatas que guiñan susurrando sobre la piel,
floreciendo el delirio en las rías indomables
tras las olas de suspiros,
velando el horizonte azul de eternidades blancas.


Luna nueva en el jardín escarlata
delirio de las hojas bajo la bóveda celeste
y al sur la cálida brisa turquesa
en los versos esenios de medianoche,
vibrando en acantilados de cuarzo.


Suena el latido del verbo
proclamando la llegada de la brisa plateada,
las esmeraldas brillan con ajuares diamantinos
sellando el abismo con el canto de azahares,
donde duerme Pandora con su tregua mágica.


Navegando con el arca en cada recodo
va brillando la mirada en la vanguardia,
de las laderas del alma que iluminan
cuando el pensamiento es uno con el todo,
morando,en el el hogar añorado.


Aldebarán


domingo, 8 de febrero de 2015

La Oración del Trabajador de La Luz.
Elijo mantenerme centrado en la conciencia del amor, de Dios y de mi Yo verdadero. En este centro todo es tranquilo, seguro y apacible, como sucede en el ojo del huracán. Mi poder, mi sabiduría y mi paz provienen de permanecer en este centro, y solicito el apoyo espiritual de Dios y de sus Angeles para mantener mi mente alineada con la verdad.
Me desligo voluntariamente del mundo material sabiendo que, con ello, puedo ayudar eficazmente a los demás. Confío en que Dios proveerá todo lo necesario para cubrir mis necesidades y permito que su sabiduría omnipotente me dirija en todos los aspectos.
Acepto una dieta constante de Amor y alegría sabiendo que merezco disfrutar de felicidad y de salud. Voluntaria y amorosamente desecho todos los juicios del ego sobre mi mismo y sobre otras personas sabiendo que todo lo que quiero proviene de mi decisión de experimentar la unicidad de todas las formas de vida.

Sé que estoy destinado a ser un sanador y un maestro en favor de Dios, y en este momento acepto plenamente mi misión sin retrasos ni reserva alguna. Renuncio a todos los comportamientos que podrían impedirme escuchar mi voz interior y confío alegremente en mi guía interior para que me conduzca por el camino del trabajador de la Luz, donde sirvo con alegría como instrumento de Amor. Desecho cualquier duda o miedo que pueda albergar respecto a la consecución de mi misión divina, y en este momento me comprometo a permanecer consciente de la voz de Dios que reside en mi interior. Sé que esta es la única herramienta que puedo llegar a necesitar para mi propia sanación y para la sanación del mundo. 
Amén. 
Doren Virtue. (El camino de los trabajadores de la Luz.)