Catar del palacio de gemas
Lentamente el río de lágrimas
recorre la senda hacia la laguna,
donde desemboca en torrente de alegría
en un marjal de lilas titilante entre
la brisa,
bajo un destello entre las nubes
donde esperan tus labios,
donde añoran las ansias
el latir de tu pecho sobre el mío.
Diluyo mi amor en tu mirada
acogido a un mañana sin tregua,
de hadas y duendes bailando
en un mar de verdes praderas,
bajo la cálida mirada irisada.
Caen los pétalos rosas...
en un jardín de jazmín brotando,
ante las sonrisa perenne,
de un niño vistiendo los cielos
de corales que navegan.
Soy el deseo añorado
el visir del palacio de gemas,
de zafiros y leyendas
de coronas y azucenas
que persiguen las estelas en la noche.
Suena el arpa dorada
en el salón del príncipe,
de deliciosos acordes
brotando entre sus dedos,
suena el cantar de las gemas.
Aldebarán

